El priscilianismo hoy: balance, perspectivas y aportaciones sobre la injerencia imperial en los conflictos eclesiásticos
Esta contribución ofrece un análisis crítico y selectivo de las más recientes aportaciones a los estudios sobre el priscilianismo y presenta una interpretación novedosa de la intervención de Magno Máximo en los juicios de Tréveris. Las epístolas dirigidas por Magno Máximo a Valentiniano II y Siricio...
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Publicado en: | Gerión Vol. 39, n. 2, 2021, p. 469-484 |
Tipo de contenido: | Artículo |
Idioma: | Castellano |
Publicado: |
2021
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ISSN: | 0213-0181 |
Temas: | |
Acceso en línea: |
Texto completo https://doi.org/10.5209/geri.78113 |
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Esta contribución ofrece un análisis crítico y selectivo de las más recientes aportaciones a los estudios sobre el priscilianismo y presenta una interpretación novedosa de la intervención de Magno Máximo en los juicios de Tréveris. Las epístolas dirigidas por Magno Máximo a Valentiniano II y Siricio de Roma son textos diplomáticos con una función precisa dentro de la estrategia política del Augusto de Tréveris en 386. En las dos misivas, redactadas prácticamente a la vez en 386, Máximo trataba de justificar su intervención en los juicios de Tréveris, de modo implícito ante Valentiniano II, y ante Siricio de manera explícita, con los argumentos que había escuchado a Martin de Tours y a Ambrosio de Milán: el emperador no debía interferir de manera directa en las disputas heréticas, sino delegar en los obispos, a quienes correspondía resolver los conflictos internos de las iglesias. This paper provides a critical and selective analysis of the most recent contributions to studies on Priscillianism. This study also presents a renewed interpretation of the intervention of Magnus Maximus in the trials at Trier. The letters Magnus Maximus sent to Valentinian II and Siricius consist of diplomatic texts which meet a specific function befitting his political strategy in 386. In both letters, written almost in unison in 386, Maximus strived to justify his part in the trials of Trier, implicitly before Valentinian and explicitly before Siricius, using the arguments he had heard from Martin of Tours and Ambrose: the emperor ought not to intervene directly in heretical disputes; he should delegate to the bishops, who were to resolve the internal conflicts amongst churches. |
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ISSN: | 0213-0181 |